En los tres poderes, el más desprestigiado desde hace decenios es el legislativo.
No hay discusión. La responsable del desmadre: la nata demagoga y vividora de cientos asesores que tiene en sus manos los hilos del oscuro teje y maneje parlamentario, incapaz de generar proyecto de ley alguno.
Algunos dicen que despertamos, otros piensan que nos cansamos de los ambiciosos y de los hipócritas y muchos sostenemos que estamos aprendiendo a ser libres y nunca más siervos menguados.
Aún, las 3 legislaturas “presididas” por Arias no superan la del 95/96 que encabezó el “tico lindo”… el despilfarro, la charlatanería y la película “Somos Ángeles”.